Kol Israel Arevim: Historias que inspiran y dejan huella

En ocasiones, los logros individuales se convierten en símbolos colectivos. Nos recuerdan lo que somos capaces de alcanzar cuando la voluntad, el esfuerzo y el acompañamiento se entrelazan.

Tal es el caso del maestro Carlos Iván Jacinto Sebastián, quien recientemente concluyó su proceso de titulación como organista en la Facultad de Música de la UNAM. 

A través de la interpretación de obras del destacado compositor y organista mexicano Gustavo Delgado Parra, Carlos reafirmó una trayectoria marcada por la disciplina, la pasión y una fe profunda en el poder del arte y la educación para transformar su realidad.

Este logro es significativo por la excelencia musical y el contexto en el que se ha desarrollado: Carlos es ciego. Su camino se ha sostenido por convicciones firmes; y, en cada paso, como su esposa, he tenido el orgullo de acompañarlo y verlo crecer.

Uno de los últimos pasos antes de la titulación fue la presentación de un examen de idioma, requisito indispensable de la UNAM. Este debía realizarse en línea.

Doy fe, con mucho orgullo, de que el Colegio Or Hajayim, abrió sus puertas para hacer posible este momento a través de su biblioteca, la cual se adaptó para transformarse en un espacio digno, inclusivo y con propósito para Carlos.

Quiero reconocer, detrás de esta decisión institucional, el liderazgo sensible de la directora de secundaria y CCH, la maestra Mónica Bettech, así como el compromiso cotidiano de una comunidad educativa que vive los valores judíos no solo como enseñanza, sino como acción.

Kol Israel arevim ze la’ze fue el principio que guio nuestro camino con Carlos y que al día de hoy inspira un ambiente educativo auténtico.

Dentro del judaísmo el estudio y el esfuerzo son mitzvot, por lo que el poder acompañar a los otros en su camino de crecimiento también lo es.

Al facilitar los medios para que Carlos pudiera presentar su examen final, el Colegio reafirmó su papel como institución formadora de personas y constructora de comunidades.

La música que Carlos interpreta ha resonado en nuestros espacios como muestra de talento, expresión de sensibilidad, espiritualidad y conexión. Además, nace de una historia de lucha, de una mirada interior que ilumina más allá de la vista y de una red humana que ha sabido cuidarlo y sostenerlo.

Su titulación es el contrapunto de la voluntad convertida en logro; por eso hoy quiero honrar al músico, hombre, estudiante, maestro, individuo y, sobre todo, al símbolo que representa.

Celebremos que, como comunidad y Colegio, hayamos tenido el privilegio de acompañarlo en esta etapa de su camino; que hagamos esto con Carlos y con todo aquel que lo necesite.

Esperamos ver de nuevo a Carlos en nuestros espacios para tener el honor de su presencia, para aprender con y de él mientras se encamina a su próximo reto: la maestría.

Desde Or Hajayim, confiamos en que seguirá iluminando con su talento y perseverancia nuevos horizontes.

Escrito por: Viridiana Olmos