top of page

Entre la Promesa y la Política: El Sionismo Religioso frente al Cambio Territorial en el Conflicto Israelí-Palestino

Actualizado: 20 jun

La persistencia del conflicto israelí-palestino representa uno de los principales desafíos de seguridad, justicia y legitimidad para el Estado de Israel y el pueblo judío. La guerra de octubre de 2023, desencadenada por el brutal ataque perpetrado por Hamás, marcó un punto de inflexión trágico que reavivó tanto el trauma nacional como las tensiones con la comunidad internacional. Sin embargo, como todo momento de crisis profunda, también abre la puerta a nuevas preguntas.


¿Es posible pensar en una salida no violenta al conflicto? ¿Cómo preservar la identidad judía y democrática del Estado sin renunciar a su seguridad ni a sus valores éticos? ¿Qué papel debe desempeñar el sionismo religioso en la configuración de escenarios de paz duradera?


Estas preguntas estructuran el análisis presentado por el profesor Arie Kacowicz, quien ofreció un marco teórico y práctico para reflexionar sobre los posibles desenlaces territoriales del conflicto. Este artículo se propone articular sus planteamientos con una lectura desde el sionismo religioso, entendiendo esta corriente como una síntesis entre el ideal nacional de retorno a Sión y el compromiso con una visión ética de la política internacional.


I. El impacto geopolítico de la guerra: diagnóstico y advertencias


La guerra en Gaza ha tenido consecuencias devastadoras no solo en el plano humanitario, sino también en la legitimidad internacional de Israel. En términos diplomáticos, múltiples gobiernos del Sur Global —entre ellos Colombia, Bolivia, Chile, Brasil y Sudáfrica— han expresado críticas abiertas o incluso roto relaciones con Israel. A nivel legal, Israel enfrenta investigaciones por parte de tribunales internacionales, como la Corte Penal Internacional (CPI) y la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en relación con posibles violaciones del derecho internacional humanitario.


En este contexto, la política exterior israelí se encuentra en una situación paradójica: por un lado, mantiene una alianza estratégica sólida con Estados Unidos; por otro, experimenta un creciente aislamiento moral en los foros multilaterales. Esta dinámica podría debilitar su capacidad de maniobra diplomática y su margen de negociación en escenarios postbélicos.


Desde el sionismo religioso, este punto adquiere una dimensión teológica y moral. El Estado de Israel no solo debe asegurar su soberanía frente a enemigos externos, sino también proyectarse como "or lagoyim", luz para las naciones, en el marco de un orden internacional regido por normas y principios éticos. La erosión de la legitimidad internacional debe preocupar no solo por sus consecuencias prácticas, sino por el reflejo que ofrece de nuestra imagen ante el mundo.


II. El modelo de cambio pacífico territorial: un marco teórico aplicable


El modelo de cambio territorial pacífico formulado en la década de los noventa ha sido validado empíricamente en múltiples casos, como los tratados entre Egipto e Israel (1979), Panamá y Estados Unidos (1977), y los procesos negociadores frustrados entre Argentina y el Reino Unido respecto a las Islas Malvinas. Este modelo identifica una serie de condiciones que, si bien no son ni necesarias ni suficientes por sí solas, aumentan la probabilidad de una resolución no violenta de disputas territoriales:


  1. Una clara asimetría de poder entre las partes.

  2. Existencia de regímenes políticos relativamente compatibles.

  3. Consenso normativo básico sobre los principios de la negociación.

  4. Intervención y mediación internacional creíble.

  5. Lecciones aprendidas de conflictos anteriores.

  6. Amenazas externas que incentiven la cooperación.


En el caso israelí-palestino, algunas de estas condiciones se cumplen. Por ejemplo, la superioridad militar israelí y la disposición internacional a mediar, mientras que otras son profundamente deficitarias, como la fragmentación política palestina y la falta de consenso sobre la legitimidad de Israel como Estado judío.

Desde la visión del sionismo religioso, este modelo debe ser evaluado no solo por su factibilidad, sino también por su alineación con valores fundamentales: la protección de la vida (pikuaj nefesh), la justicia y el respeto al pacto eterno entre el pueblo de Israel y su tierra. Negociar fronteras no equivale a renunciar a promesas bíblicas, sino a actualizarlas desde una perspectiva de responsabilidad histórica.


III. Confederación: entre la ética halájica y la ingeniería política


Uno de los aportes más provocadores de la conferencia fue la propuesta de considerar un modelo de confederación como solución intermedia entre la inviabilidad de un Estado binacional y las dificultades operativas del modelo clásico de dos Estados. En una confederación, Israel y Palestina serían entidades soberanas, pero cooperarían en áreas clave como seguridad, recursos hídricos, movilidad de personas y coordinación fronteriza.


Este modelo permitiría preservar la identidad nacional de cada pueblo y evitar la expulsión masiva de colonos israelíes de Yehudá y Shomrón, integrándolos como ciudadanos de Israel residentes en un futuro Estado palestino.


Desde la halajá, las implicaciones de este modelo pueden ser debatidas, pero no descartadas. Como argumentaban grandes rabinos, tales como Rab Kook y Rab Soloveitchik, la soberanía no es un valor absoluto, sino instrumental, subordinado a fines superiores como la preservación de la vida y la construcción de una sociedad justa. Una confederación puede representar, por tanto, un compromiso aceptable entre integridad territorial, viabilidad política y mandato ético.


IV. Interlocutores políticos y el problema de la representación


Una de las principales barreras para cualquier proceso de paz es la ausencia de socios creíbles en el campo palestino. Hamás, con su ideología terrorista maximalista y métodos violentos, es un actor incompatible con cualquier negociación seria. La Autoridad Palestina, aunque moderada en su discurso, sufre una grave crisis de legitimidad, exacerbada por la corrupción, la ausencia de elecciones y el debilitamiento institucional.


Pese a ello, el fortalecimiento de la Autoridad Palestina es visto como condición necesaria para evitar el colapso del sistema político palestino y la radicalización de la población. Desde una perspectiva sionista religiosa, se trata de una decisión estratégica: no porque confiemos ciegamente en el liderazgo actual palestino, sino porque la alternativa —el caos o el extremismo— es aún más peligrosa.


Negociar no es rendirse. Es ejercer liderazgo moral. Es reconocer que la geopolítica de hoy demanda nuevas formas de responsabilidad y visión a largo plazo.


V. Estados Unidos, Arabia Saudita y el pragmatismo geopolítico


La exposición también subrayó el papel central de Estados Unidos y del eje árabe moderado —especialmente Arabia Saudita y los Emiratos— en el eventual rediseño del mapa político regional. Arabia Saudita, en particular, ha condicionado la normalización plena con Israel al cese de las hostilidades en Gaza y a la reactivación del proceso de dos Estados.


Por su parte, el expresidente Donald Trump podría volver a desempeñar un papel mediador. A pesar de sus tendencias autoritarias y su retórica populista, se argumenta que Trump se opone a las guerras prolongadas por razones pragmáticas y podría impulsar acuerdos regionales si estos se alinean con su interés económico y de imagen pública. Del mismo modo, la diplomacia contemporánea puede ser entendida como vehículo de redención parcial en manos de quienes, sin saberlo, contribuyen al cumplimiento de la voluntad divina.


En conclusión, la paz, como enseñaron nuestros profetas, es un ideal supremo. Pero también es una tarea humana, histórica y política. Si sabemos combinar la memoria con la justicia, la firmeza con la compasión, y la fe con el discernimiento, tal vez podamos transformar esta encrucijada en un nuevo comienzo para Israel, su tierra y todos sus habitantes.


Escrito por:

Mónica Amkie de Bettech

Directora de Secundaria y CCH

Comentarios


Únete a nuestra lista de correos
3.png
  • Youtube
  • Instagram
  • Facebook

¡Gracias por unirte a CONNEXION OH!

© 2025 por CONNEXION OH - Colegio Or Hajayim, A.C. © 2025. Todos los derechos reservados. Contacto: (55)7100-1000 contacto@oh.edu.mx

Diseñado por Elena Soriano

bottom of page