El ensayo explora el legado moral de Eddie Jaku, sobreviviente de la Shoá, y cómo su testimonio sobre identidad, resiliencia y humanidad sigue siendo una guía ética frente al antisemitismo y la violencia actual. A través de su historia, se reafirma que “nunca olvidar, nunca más” es un compromiso activo de memoria, responsabilidad y acción para prevenir que el odio vuelva a repetirse.